Fisonomía de un canalla coetáneo

Gravitando a tu alrededor, atraído por tu dulce frivolidad; como un zorro que pretende abordar la cerca de tu naturaleza; haragán despertando de un sueño en lo más profundo de un agujero negro; ciego en el asedio de tu intimidad; extasiado aunque tan solo fuera por la filantropía de tu boca; pertinaz ante la falsa consistencia de tus murallas.

Vanagloriada por las lisonjas; en apariencia imbatible como un baluarte galo, y al mismo tiempo, anhelante de que el acoso derribe las murallas; perturbadora siempre.

Equilibrio caótico con principio y final; sorprendido, embriagado y cautivo; temeroso como un niño a la conclusión del periodo estival; un halcón presa de una paloma.

Y tú… Radiante de luz; capaz de vivir en equilibrio equidistante a sabe dios cuantos otros abismos; y por fin reconozco tu precioso rostro, y no es otro que el de una canalla coetánea.